Para la Educación Física, el equilibrio o sentido de equilibrio, es una de las aptitudes más preciadas a alcanzar, porque el dominio de este sentido es lo que permitirá a los niños que realicen alguna acrobacia, no desplomarse en el piso y golpearse.
Constituye la capacidad del organismo para mantener o recuperar la posición del cuerpo durante la ejecución de posiciones estáticas o en movimiento. (García Manso y col., 1996).
Como docentes en un aula de infantil podemos realizar pequeños juegos para mejorar la capacidad coordinativa del equilibrio en los niños.
Estos juegos contribuyen de manera favorable a la práctica y mejora del equilibrio, ayudan a conservar la estabilidad y a permanecer en una postura adecuada.
Algunos juegos que podemos hacer son:
- El equilibrio de un solo pie haciendo que el niño se ponga con un pie en el suelo y el otro sobre un banco de su tamaño.
- El juego de la elevación: el equilibrio también puede verse cuando se tienen los dos pies en el suelo, y se intenta mantener pisando únicamente con los talones, de manera que gana el que más tiempo aguante sin balancearse.
- El juego de la cadena, los niños jugarían en grupo y tendrán que mantener el equilibrio poniéndose en fila, apoyando las manos en los hombros de la persona de delante. Después, cada uno tendrá que ponerse dependiendo de las instrucciones del primero: ''a la pata coja'', solamente apoyando con una mano...
- La rayuela, un juego tradicional genial para mejorar el equilibrio y pasar un rato divertido. Se dibuja una estructura para ir 'a la pata coja' por el suelo, los niños llevarán una piedra en la mano y la tendrán que recoger del suelo conforme vaya cayendo. Tendrán que mantener el equilibrio cuando tengan que agacharse a por la piedra sin poner la otra pierna en el suelo.
- Montar en bicicleta también es una de las actividades que más contribuye a mejorar el equilibrio. Empezando siempre por un nivel de complejidad más bajo y utilizando ruedas de apoyo.